viernes, 17 de octubre de 2008

CONTINUUM, COMINO NEGRO Y BASES DE VIDA


La historia de la realidad no tiene introducción, ni nudo, ni desenlace, no se dirige a, no proviene de, el gran sentido es la ausencia de sentido . Eso pienso mientras subo hacia la colina de la Base de Vida (bases de vida las llaman, si te alejas de ellas durarías poco). Un hibisco me roza la frente, como aquel que puse a los pies de la estatua de Don Juan en Sevilla, las semillas viajan tanto como los hombres, saludo a la rosa del Pacífico, a la mimosa australiana, a la buganvilla que trajo el capitán francés, a la Lantana, a la palmera washingtonia…Ya sobre la colina veo las plantas , el muro coronado de alambradas, los puestos de vigilancia en torretas esquineras, y más allá el horizonte de pequeñas colinas tostadas, humaredas de antorchas en el horizonte, siempre dos colores, arena y celeste, igual que el horizonte artificial de todos los aviones. Observo la grava gris que hay en el suelo entre los contenedores, desde que estuve en la abadía de Conishead Priory visitando a mi Maestro, siempre veo en la grava espirales en oleajes de luz, como si alguien hubiera pasado el rastrillo por el minijardín de piedras zen que he visto sobre tantos despachos de ejecutivos. Al abrir la puerta del contenedor siento el frescor seco y potente del aire acondicionado, entiendo mejor lo de Base de Vida, abro el frigorífico y veo que el anterior huésped se ha dejado un botecito de un aceite medicinal y leo el prospecto: Echafia, aceite de Comino Negro, Nigelia Sativa, aceite esencial de múltiples virtudes, su eficacia sobre nuestro sistema inmunitario y contra la astenia física e intelectual hace de este aceite un aliado indispensable de nuestra salud. Conocido en la medicina Ayurvédica tradicional como aceite de Kalinji. Nuestro profeta Mohamed (que la paz y la salud sean con él) inmortalizó el Comino Negro al decir que cura todas las enfermedades excepto la muerte. También conocido como aceite de los faraones, zit el haba sawda, zit el baraka…
Aceite de la abundancia, mmm, creo que me puede venir bien, estoy cansado, he volado menos de cinco horas, pero llevo catorce disfrazado de almirante de primera comunión. El sabor recuerda a la pimienta, es tan fuerte que ha impregnado todo el agua de la botella de la que he bebido después de mojar mi lengua en el aceite, enciendo la televisión y nieva en todos los canales, algún trabajador ha desconectado el cable del plato que mira hacia los satélites, y de pronto me siento mejor, feliz, agradecido a la Realidad, y me pongo a escribir como si hubiera descubierto que hay un sentido, que el gran sentido es la gran ausencia de sentido, cocos flotando en el mar, un viaje de semillas que no cesa, un hilo mental de billones de hebras trenzadas bordando encajes en el tapete del tiempoespacio, Bases de Vida en el desierto, Continuum.

No hay comentarios: